Bloggermania

Críticas de Cine

  •  
  •  
  •  
  •  
  •  

La hija del puma

Pumaens Datter

Esta coproducción sueca-danesa adapta una novela de la escritora sueca Mónica Zak que recrea a su vez, de un modo libre, la vida de Rigoberta Menchú, líder de la lucha pro derechos humanos en Guatemala, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1992.

La acción arranca con un hecho real, acaecido el 17 de julio de 1982. Ese día, un batallón de la muerte del ejército guatemalteco exterminó a toda la población de un pueblecito indígena llamado San Francisco por la supuesta colaboración de sus habitantes con la guerrilla marxista de la URNG (Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca). Fue una de las treinta matanzas que se achacan al ejército de Guatemala en su guerra sucia contra la guerrilla —su relación aparece al final de la película—, que llevó a miles de indígenas a refugiarse en México.

Aschlop, una joven india, testigo presencial de la masacre de San Francisco, tras huir a México, retorna a Guatemala en busca de su hermano desaparecido. Con él le unen extraños vínculos mágicos, herencia de las míticas creencias ancestrales mayas de su pueblo: ella es la hija del puma; él, el guía del puma, una especie de lechuza que guía los pasos del felino. En su valiente periplo, Aschlop sufrirá la cruel persecución de la policía guatemalteca, hasta que es protegida por uno de los grupos civiles pro Derechos Humanos que empezaron a actuar por entonces en el país.

El director de la película, el sueco Ulf Hultberg, lleva 20 años realizando documentales sobre Latinoamérica para la televisión de su país y además ha dirigido la oficina iberoamericana de la organización humanitaria internacional Salvad los niños. Su intensa puesta en escena retoma el fuerte estilo realista y el tono combativo del mejor cine político de los años sesenta y setenta. Su trabajo y el de los actores —la mayoría no profesionales guatemaltecos exiliados en México— rebosa convicción y autenticidad, lo que hace que la trama implique decididamente al espectador. Además, Hultberg hace un notable esfuerzo para que el peso ideológico de la película —lastre insalvable en muchos films de este género— no ahogue la agilidad narrativa ni la profundidad en la definición dramática de los personajes.

En este sentido, Hultberg aprovecha muy bien la belleza natural de los paisajes de Chiapas (México) donde se ha rodado la película, así como una serie de elementos mágicos que se mezclan en singular simbiosis en la mentalidad indígena con una sencilla religiosidad católica. Incluso, de pasada, se hace referencia a la extensión de las sectas en Guatemala, país que tiene el porcentaje de protestantes más altos de Hispanoamérica.

El análisis de la veracidad de los hechos concretos que plantea la película requeriría elementos de juicio que no puede tener el observador ajeno al conflicto. Está claro que lo que se muestra al espectador es una cara de la moneda, la que revela la maldad del ejército guatemalteco. Así, la película da una levísima visión idílica de la guerrilla, eludiendo entrar en su ideología marxista y en su recurso al terrorismo. Esto enturbia su crítica, quizá certera en un sentido, a la pasividad de los indígenas frente a los atropellos del ejército y las injusticias sociales, y su alabanza al papel que han desempeñado algunos sacerdotes católicos en la lucha en favor de los derechos humanos. En sí, este tema específico es tratado con corrección, pero se adivina en su fondo una cierta apología de la teología de la liberación, muy poco matizada.

Haciendo abstracción de los hechos concretos, resulta sin duda elogiable la condena que hace la película de la razón de Estado como supuesta excusa en la comisión de crímenes. También tiene interés su apología de la resistencia frente a la injusticia, del coraje frente al sufrimiento pasivo y del compromiso en la lucha por los derechos humanos. En este sentido, tanto el fuerte realismo con que retrata las matanzas como la hondura con que muestra las motivaciones de los protagonistas resultan muy eficaces. De ahí que las lagunas y parcialidades antes citadas debiliten sólo en parte la calidad visual, interpretativa y humana de La hija del puma. J.J.M.

Director: Ulf Hultberg. Intérpretes: Ángeles Cruz (Aschlop), Gerardo Taracena (Mateo), Elpidia Carrillo (María), Dolores Heredia (Catarina). Año: 1994. País: Dinamarca-Suecia. Producción: Peter Ringgaard, para Domino Film & TV Productions. Presentada por: Avante Films. Argumento: La novela Pumaens Datter, de Mónica Zak. Guión: Bob Foss. Música: Jacob Groth. Fotografía: Dirk Brüel. Dirección artística: Brigitte Broch. Montaje: Leif A. Kjeldsen. Estreno en Madrid: 14-VII-95 (Acteón, Ideal, Rex). Distribuidora cine: UIP. Distribuidora vídeo: CIC. Duración: 101 minutos. Género: Drama social. Premios principales: Festival de San Sebastián 1994: Premio Especial del Jurado y Premio de la Juventud. Nordische Filmtage Lübeck: premio a la mejor película. Público apropiado: Adultos. Contenidos específicos: V S D.